La Quimera regresó a Quilmes

Hace mucho no iba a un recital y la cita era más que prometedora. Avernal, banda que jamás defrauda, volvía a Quilmes, ciudad donde comenzaría a gestarse lo que hoy ya consolidados llaman Death and Roll.
Frio, mucho frío. Era necesario entrar en calor, y las bandas soportes (100% hate y undermine) tendrían ese objetivo.
Me encontré con un amigo, con el cual compartimos unas cuantas (varias) cervezas mientras esperábamos con ansias desnucarnos en el pogo.
¿Desde cuando esta violencia? No lo se, pero de lo que estoy segura es que una de las formas de catarsis más satisfactoria que he encontrado en este último tiempo es en esta clase de recitales.

La intro de "El profeta y la carroña" comenzó a sonar y ya se palpitaba en el aire la sed de violencia sin sentido. Avernal llegó para presentar su último disco, La Quimera de la Perfección y para reafirmarme, una vez más, que el movimiento es vida.
Los achaques de heridas pasadas suelen pasarme factura y por eso elijo muy bien como revivir ese dolor. Dolor, el cual  esta vez fue acompañado de satisfacción al cabecear sin cesar con temas como "La resurrección" o "Mediador".
Empujones van, empujones vienen, ¿Alguien se quejó porque fue golpeado? Qué sensibles que estamos últimamente, por Dios. Nada que luego no se haya arreglado con un fraternal abrazo para volver a gritar frente al escenario.

Avernal encontró la formula perfecta para temas certeros y con gancho. No sabemos exactamente cómo, pero cada riff es una invitación que moviliza en lo mas profundo de las vísceras. El nivel de alcohol en sangre no era muy elevado en mi ser, pero con tanto agite parece que mi metabolismo multiplico las dosis ingeridas de cerveza por cien. Cantaba, saltaba, empujaba, "esto sin dudas va a doler mañana" ¿Qué más da? Era mi permitido. Era Avernal. No había clavo quirúrgico que detuviera nada.

La presentación de su último disco no le quito lugar a viejos clásicos como "Catalepsia" u "Hoy podés pudrirte". Avernal se despedía dejándonos con ansias de "El sangriento", el cual parece haberse convertido en un himno a esta altura del partido.  El telón se había cerrado y no quedaba más que volver cada cual a la fría realidad que nos esperaba fuera del club.

El próximo encuentro será en el Heavy Noise Festival en Uniclub  junto a otras grandes bandas como Dragonauta y Anomalía.




Alejandra


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